La Cámara de Tortura: Un Infierno de Ratas y Renacidos
En lo profundo de las ruinas del Castillo Fier, la Cámara de Tortura se reveló como un testimonio sangriento de la crueldad de Marcea Lupul. Allí, las sombras se agitaban con horrores indescriptibles: renacidos oscuros, retorcidos por siglos de sufrimiento, y una plaga de ratas infectas que parecían alimentar su hambre de carne viva.
El enfrentamiento entre las tropas rusas y francesas comenzó con un aire de cautela. Los rusos, liderados por un oficial de voluntad férrea, avanzaban con pasos medidos, intentando mantener su formación mientras exploraban las siniestras profundidades. Sin embargo, su prudencia les jugó en contra. Los intentos de contener la amenaza de los renacidos solo sirvieron para desatar una avalancha de criaturas que salieron de las sombras, arrojándose sobre ellos con una ferocidad inhumana. La masacre fue brutal: soldados desgarrados, gritos ahogados y caos en cada esquina.
Entre los caídos, el Hombre Oso de los rusos, un guerrero cuya furia legendaria había salvado a su unidad en más de una ocasión, sucumbió finalmente a sus heridas internas. Su sacrificio, aunque heroico, no fue suficiente para detener la ola de horrores que azotó a sus compañeros. El gigante fue licenciado de manera definitiva tras la batalla, una pérdida que resonará en los corazones de los supervivientes.
Por otro lado, las tropas francesas demostraron una disciplina superior. Con un hombre más en sus filas y un conocimiento profundo de lo arcano, se movieron como una fuerza unificada. Sus pequeños grupos, cuidadosamente apoyados, avanzaban tomando posiciones clave mientras intentaban recuperar las escrituras mágicas ocultas en la cámara. Pero su odio visceral hacia los rusos les jugó una mala pasada: los enfrentamientos entre ambos bandos se prolongaron tanto que, al final, ninguno logró asegurar los textos arcanos que descansaban en la penumbra.
La batalla concluyó con un empate amargo, marcado por las bajas y el desgaste. Sin embargo, las tropas rusas, lejos de rendirse, ya han convocado refuerzos. Entre ellos, un Caballero Hospitalario, cuyas habilidades de curación y combate prometen renovar las esperanzas de su maltrecha unidad, y su Cochero, un curtido superviviente oscuros viajes con su patron y cuya experiencia puede marcar la diferencia en las traicioneras sendas de las montañas Cárpatos.
Mientras las sombras del castillo se cierran aún más sobre sus ocupantes, la guerra entre las fuerzas de la humanidad y los horrores sobrenaturales sigue su curso. Los próximos combates dentro de la fortaleza de Marcea Lupul prometen ser aún más brutales. ¿Podrán los rusos recuperar su honor perdido? ¿O serán las tropas francesas quienes dominen estas ruinas malditas?
