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Campaña de Epic

En el club de wargames, juegos de rol, tablero, dungeons and dragons, etc, Séptimo Grado, en Madrid, seguimos dándole cera a la campaña de Epic, aquí el buen informe de batalla 😉 :

Jugadores:
– Juanjo – Orkos – Warbozz Juanjoz
– Pedro – Guardia Imperial – Mariscal Belisarius.
Localización: Honoria (Mundo Feudal) y Próspera (Mundo agrícola)
Puntos: 4000 .
Resultado: Victoria Imperial 2 – 0

I. LA LLAMADA DE HONORIA

Tras el desastre de Barrena, el Mando Imperial de la Fuerza Omega estaba reunido, escrutando todos los análisis de la derrota ofrecidos por el espíritu máquina del Tacticum. El doloroso silencio tras las discusiones previas fue roto por una comunicación urgente: – Mariscal, hemos recibido un mensaje con codificación antigua imperial. Parece que procede del otrora mundo feudal de Honoria-. «De acuerdo, operador, reprodúcelo», ordenó Belisarius.

El holograma de un Comandante humano, ataviado con un uniforme de caballero con insignias imperiales comenzó a hablar: Excelentes señores, me presento. Soy el Maestre Dorkan, líder de la Orden de los Caballeros de Honoria, que antaño gobernó su mundo en nombre del Emperador. No muchos quedamos ya para defender los viejos ideales del Imperio, pues después del aislamiento, el mundo se sumió en el caos y la masacre. No obstante, aún somos suficientes para gobernar partes estratégicas del planeta. El resto está dominado por bárbaros y señores de la guerra, a los cuales hemos hecho frente durante siglos.
Hemos tenido noticia de que, tras la desaparición de la tormenta, nuestros hermanos del Imperio han vuelto en nuestro auxilio, liberando el mundo sagrado de Pilgrim y el mundo forja de Yunque. Pues bien, nuestros escáneres y lo que queda de nuestra defensa orbital, han detectado la entrada en nuestro sistema de una numerosa flota de xenos, muy probablemente orkos.
Imploramos que vuestras fuerzas puedan auxiliar y liberar nuestro mundo, pues me temo que ni aun en el improbable caso de que todo el planeta se una en la defensa contra el xeno, seríamos capaces de repeler a la marea verde que se cierne sobre nosotros.
Atentamente, les saluda un leal siervo del Imperio. ¡Alabado sea el Emperador!

– La Luz del Emperador perdura -, afirmó con voz áspera el Arzobispo Hermón, de la Eclesiarquía.

– Archiescriba Salicius, cuéntenos qué dicen los archivos imperiales sobre Honoria-, continúo Belisarius.

– Honoria es un planeta continental terraformado en la Era oscura de la tecnología, posee un anillo y una luna, Próspera. Devuelto a la Luz Imperial en la Gran Cruzada de Nuestro Señor, el mundo ganó el título de «Muy honorable» por los servicios de sus regimientos de caballeros en la liberación de su mundo y posteriores campañas en la Espiral Exterior. – respondió Salicius.

– Gracias, Archiescriba. ¿Tenemos datos de escaneo de amplio espectro?

– Afirmativo- Respondió lacónicamente Erkam, el Tecnosacerdote. – Clima terratipo. Sin signos de infección vírica, contaminación radiológica o actividad xeno. Población estimada: 1.800 millones de seres humanos, sin manifestaciones de genotipos aberrantes. Estado tecnológico predominante: tecnobarbarismo preimperial. Idéntico estado en la luna agraria ligada gravitacionalmente.

– Suficiente, gracias. La flota ha de estar lista para salto a Honoria a las 17:00 ZULU. Despliegue tras el salto en perímetro defensivo con el 171º de Krieg como fuerza de desembarco preparada. Asimismo, abran la valija diplomática al entrar en órbita para comunicación con lo que quede de los Caballeros de Honoria. Pueden retirarse.-

– ¡Alabado sea el Emperador!- Respondieron todos al unísono.

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II. ASEDIO VERDE A CIMERA

A la llegada de la Fuerza Omega, el planeta estaba repeliendo el ataque de un gran Waagh! orko. No fue fácil, pero finalmente se consiguió contactar con los remanentes imperiales en Honoria. El Maestre Dorkan informó a Belisarius de que sus tropa habían sido diezmadas por la incesante marea verde. Aunque habían conseguido infligir severas bajas a los orkos, éstos enviaban oleada tras oleada de enloquecidos guerreros y destartaladas máquinas de guerra.

Lo que quedaba de la Orden de Caballeros se había replegado a defender las ruinas de la antigua capital de Honoria, Cimera. En ella aún estaban operativos los antiguos mega-generadores planetarios, capaces de extraer cantidades apocalípticas de energía. Aun seguían siendo operadas, aunque muy por debajo de su capacidad al haberse perdido la tecnología y el conocimiento necesarios debido al aislamiento del planeta. Si se conseguían poner de nuevo en funcionamiento, muchas de las defensas automatizadas del planeta podrían ser recuperadas, lo que facilitaría enormemente rechazar el Waagh! orko.

Determinados a expulsar de Cimera a los orkos, Belisarius desplegó al 171º de Krieg, apoyados por un destacamento de élite de caballeros de Honoria. Se fortificó la línea del frente, que dividía en dos las ruinas de la ciudad, tratando de proteger los megageneradores. Al otro lado, los orkos preparaban su asalto final, con su Kaudillo Juanjoz a la cabeza.

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III. LA BATALLA

Aún brillaba la luz de Próspera en el cielo rociado de estrellas, cuando las máquinas de guerra orkas comenzaron a rugir en mitad de las ruinas. Aprovechando la noche, se habían infiltrado hasta la primera línea imperial. Sin embargo, los imperiales habían detectado el movimiento, por lo que una trampa esperaba a los incautos stompas orkos que cargaron sobre las posiciones imperiales, confiados en que contaban con el factor sorpresa. Fueron recibidos con una lluvia de fuego de artillería que hizo mella en el ímpetu de su embate, pero no lo suficiente como para detenerlos.

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Los stompas se internaron en las devastadas avenidas, apoyados por armas pesadas orkas, buscando triturar humanos, mas cayeron en la emboscada que les habían preparado, la cual incluía no sólo todo tipo de fosos, minas, barricadas y erizos, sino también el derribo de las estructuras que quedaban en pie para sepultar a los stompas. En medio de la confusión causada por las demoliciones, la infantería de Krieg cargó contra las toscas moles de acero, adosando explosivos magnéticos y cargas de demolición que acabaron con todas ellas. Las bajas imperiales fueron mínimas, apenas una decena de soldados, algunos de los cuales dieron su vida heroicamente, inmolándose con sus explosivos para dar caza a los stompas que trataron de escapar. El Emperador ya los ha acogido en su gloria.

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No había sido repelido el primer ataque orko cuando se divisaron nuevas fuerzas tratando de entrar otra vez en la ciudad en ruinas. El segundo escalón, formado por blindados, hizo fuego desde los arrabales para suprimir la nueva oleada de pieles verdes, manteniéndolos a raya.

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Todo el despliegue Imperial estaba cubierto por una formidable defensa de baterías antiaéreas. El Kaudillo Juanjoz no tardó en darse cuenta de que tendría que romper este cerrojo en los cielos para que sus cazabombarderos castigasen las líneas imperiales desde el aire. En un movimiento astuto, envolvió a los imperiales por un flanco con sus battlewagon blindados, acabando con la batería más expuesta. Lo que desconocía el Warbozz orko era que en éste flanco, ocultos detrás de un bosque, los mejores Caballeros de Honoria aguardaban órdenes en reserva, con el propio Maestre Dorkan a la cabeza. Éste pidió permiso al mando Imperial para contraatacar.

Dorkan dispuso a su batallón de jinetes en línea de a tres y se dirigió a ellos con una breve arenga: «Caballeros de Honoria, largo tiempo hemos esperado este momento ¡El Emperador ha vuelto, hagámonos dignos de su regreso!» Tras estás palabras, los jinetes espolearon sus monturas y surgieron del bosque bramando su grito de guerra: ¡El Emperador es nuestro Honor!, a la par que una andanada de artillería batía y desordenaba a los blindados orkos.

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La carga fue devastadora y todos los battlewagon fueron reducidos a chatarra. No obstante, no hubo momento de saborear la victoria. Buggies a toda velocidad desembarcaron pielesverdes exaltados, haciendo fuego sobre los caballeros. Dorkan tocó retreta, rehaciendo la línea para una nueva carga. La muerte debió encarnarse en la caballería de Honoria, pues los Orkos volvieron a montar en sus vehículos y huyeron con la misma velocidad con la que habían venido, evitando que los caballos les alcanzaran.

La persecución llevó a los caballeros fuera del paraguas de la artillería antiaérea. La huida de los orkos era realmente una treta para arrojarlos a las fauces de los cazabombarderos orkos, que se precipitaron como hienas sobre los jinetes imperiales. Para cortarles la retirada, un landa orko estremeció el firme al aterrizar, vomitando motocicletas que impidieron a los caballeros reorganizarse y los acribillaban por la espalda. Dorkan pidió apoyo a Belisarius para cubrir su retirada, a lo que éste respondió con su propia compañía de mando y un puño acorazado de Macharius. Desafortunadamente, los orkos habían previsto esta maniobra y bombardearon desde la órbita a los refuerzos imperiales, que sufrieron grandes bajas y no pudieron auxiliar a los bravos jinetes.

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Sin embargo, los caballeros de Honoria se mantuvieron firmes y lograron retirase ordenadamente hacia las posiciones imperiales, rompiendo el cerco de las motos orkas. De lo que no pudieron zafarse fue del acoso de la aviación orka, que estuvo cerca de aniquilarlos, de no haber sido por la intervención de dos cazas Thunderbolt, que se enfrentaron con los aparatos de los pieles verdes en una pelea de perros en los cielos, donde los imperiales eran superados 5 a 1 por los orkos. Al reagruparse, ya en zona imperial, Dorkan comprobó consternado que sólo la mitad de sus formidables guerreros había podido regresar.

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No obstante, su sacrificio bien había valido una batalla: habían golpeado a los orkos y los habían distraído lo suficiente para que el contraataque imperial arrasara a los pielesverdes, que se retiraron en desorden.

IV. LIBERACIÓN

Con Cimera asegurada, los megageneradores no tardaron en volver a funcionar a plena potencia. Todos los tecnosacerdortes de las Fuerza Omega se afanaron en la puesta a punto de la antigua y venerada maquinaria. Las defensas automatizadas de Honoria y Próspera volvieron a escupir fuego una vez más, cogiendo por sorpresa a las hordas orkas, que huyeron al espacio a lamerse las heridas.

La invasión de los orkos tuvo, además un efecto tan positivo como inesperado: las diferentes facciones tecnobárbaras y señores de la guerra habían perdido casi toda su fuerza militar. Esto evitó una guerra intestina en el planeta que hubiera restado valiosos soldados a la Fuerza Omega. En vez de esto, quienes no se rindieron fueron fácilmente reducidos y ejecutados, por lo que el planeta quedó bajo control imperial y gobierno de los Caballeros de Honoria.

Dorkan y sus hombres fueron condecorados y, a partir de ese momento, la Fuerza Omega contó con un regimiento de caballería de élite entre sus filas. La Cruzada por la Espiral Exterior continuaba con la Fuerza Omega reforzada.

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Epic y más epic ;)

En la galaxia, se está llevando a cabo una cruenta batalla, en el club de rol, wargames y juegos de tablero séptimo grado nuestros generales han hecho sus movimientos, ¿quién saldrá vencedor?

Jugadores: Fran (Eldar) y Pedro (Guardia Imperial)
Puntos: 4000
Planetas: Pilgrim y Yunque
Resultado: Victoria Imperial

I. PILGRIM

El viaje por la Disformidad estaba cerca de terminar, faltaban pocas horas para alcanzar la Espiral Exterior. El puente de mando del Acorazado «Orgullo Imperial», buque insignia de la Fuerza Expedicionaria Omega, estaba inundado de holomapas de la Espiral. Tras jornadas de discusiones de Belisarius y su Estado Mayor, finalmente se había adoptado la posición de la Eclesiarquía de recuperar los mundos reliquia consagrados a San Eufrico, comenzando por Pilgrim.

Según los registros, Pilgrim fue el primer mundo donde San Eufrico obró sus milagros. Este planeta posee varios templos ancestrales de donde manaban criaturas demoniacas que atormentaban a sus habitantes. San Eufrico confinó las brechas de la disformidad y las usó como fuente de energía, ayudándose de los misteriosos cristales Kyr que se hallaron en las galerías bajo los templos. Estos cristales parecen tener propiedades singulares en el plano psíquico, por lo que fueron muy preciados antes de la desaparición de la Espiral Exterior.

Toda la flota y las tropas estaban preparadas para esta primera operación. Tendrían que actuar de manera rápida y coordinada para asestar un golpe sorpresa en caso de que en Pilgrim ofreciera resistencia o estuviera dominada por xenos.

II. LOS ELDAR LLEGARON PRIMERO

El casco del Acorazado se estremeció al abandonar el espacio disforme. En seguida se le ofreció a Belisarius el informe de estado de la flota: no habían perdido ninguna nave en su periplo por la disformidad, más allá de la demora de parte de los transportes logísticos. Sin embargo, las buenas noticias duraron sólo unos segundo, pues un mensaje entrante irrumpió en todas las frecuencias de comunicación de la flota:

Los Aeldari de Saim-Hann os saludan, jóvenes mon-keigh. Éste es mundo sagrado para nuestra raza. Retirad vuestra flota, respetad nuestro espacio y no sufriréis daño. Si persistís en vuestra presencia, seréis exterminados.

Belisarius se abalanzó sobre su vocomunicador para empezar a proferir órdenes: ¡Classis Auspex, escaneo completo de Pilgrim, informe en 5 minutos! ¡Classis Fretensis, posición de combate! ¡Transportes del 171º de Krieg, listos para cuenta atrás de desembarco en 8 minutos! ¡Classis Aurora, misión de Escolta! ¡Alas 2 y 3, en reserva y preparados para misión de superficie!

– Parece que vamos a tener gloria y fuego nada más llegar – barruntó el Mariscal para sus adentros, mientras la holosistema de mando y control bullía con órdenes y confirmaciones. Una voz irrumpió de súbito en la vocorred: Classis Auspex, informe completo de la superficie: mundo árido con formas de vida compatibles con fauna y flora estándar. Población humana estimada: 724 millones de personas. Estado tecnológico: barbárico. No se detecta presencia de xenos. Sí se detecta una fuerte presencia psíquica en los antiguos templos de la capital, Dajeah.

-Amplíen escaneo en la presencia psíquica, permiso Phi-3 para usar psíquicos concedido, anótese en bitácora de mando- ordenó Belisarius. Tras unos segundos de silencio, se obtuvo la respuesta: – Psíquico autorizado Recaredus a sus órdenes, Lord Mariscal. La presencia psíquica es excepcionalmente intensa. Se percibe un campo de energía psíquica en torno al complejo sagrado. Hipótesis de actividad psíquica xeno aceptada con un nivel de significación del 5%.

-Bien, buen trabajo, Recaredus-, reconoció Belisarius. – Abran canal a todos los almirantes: nuevo destino, Dajeah. Preparen protocolo estándar de asalto a superficie-.

III. LOS TEMPLOS

El 171º Regimiento de Krieg desembarcó en las proximidades de gran complejo de templos ancestrales de Dajeah, con el propio Mariscal Belisarius a la cabeza. Envuelto en un inmenso campo de energía crepitante, la parte principal del complejo sagrado estaba cubierto por éste. El viejo Mariscal observó la imponente ciudad sagrada, seguro de que allí estaría la escora Aeldari, tejiendo como arácnidos sus intricados planes.

Durante toda la noche, las diferentes secciones de zapadores comenzaron a rodear al campo de energía con trincheras y búnkeres. Fuera lo que fuese lo que había dentro, no lo dejarían escapar. Fue al alba de los dos soles del sistema Pilgrim cuando se desató la tormenta: de súbito, los Eldar atacaron en órbita y en tierra. Los destellos del combate en el espacio iluminaron el cielo, mientras los vehículos gravitatorios de los xenos empezaron a zumbar y a escupir muerte silbante.

IV. LA BATALLA

Dos compañías de infantería se apostaban en las fortificaciones y trincheras, que sólo rodeaban una parte de los templos. En reserva estaba el resto de la infantería, aguardando en los bosques cercanos, junto con una compañía de Demolishers. A su derecha, los Jinetes de la Muerte ensillaron sus monturas y cabalgaron a cerrar el cerco, apoyados por una compañía de Leman Russ. En la antigua zona de la Eclesiarquía se apostaba la artillería y la batería antiárea. Sin embargo, Belisarius había puesto su cuartel general en las ruinas del Manufactorum, donde una escuadra de Macharius lo apoyaban.

Por último, como centinelas avanzados, los valientes granaderos de Krieg estaban inspeccionando las ruinas en vanguardia. Éstos fueron los primeros en recibir fuego de los eldar, al tiempo que estilizadas aeronaves alienígenas trataron de silenciar a las baterías de morteros Medussa.

Belisarius pidió apoyo aéreo a la flota, pero arriba se había desatado el caos, sólo respondiendo a la llamada una escuadrilla de Thunderbolts, que trató de devolver el golpe, derribando un bombardero eldar, pero sufriendo graves daños.

Formaciones de tanques gravitatorios Eldar surgieron a todo velocidad de las entrañas del escudo de energía, así como veloces motocicletas, tiñendo de ruido y furia las posiciones imperiales, destacando una aberración que rasgaba el mundo material, disparada desde dos monstruosidades gravitatorias. El campo de energía negativa pareció engullir un búnker y las trincheras del flanco izquierdo. Sin embargo, disipada la nube de antimateria, los guardias imperiales recuperaron las posiciones, reemplazando con lacónica disciplina a los compañeros caídos. Se iba a necesitar más que un juguete eldar para desalojar a los aguerridos humanos.

Belisarius ordenó resistir en el cerco a los templos, así como contraatacar en el flanco derecho, donde los Eldar parecían concentrarse para el asalto. Después de una preparación artillera del sector, los granaderos asaltaron por sorpresa a los Eldar, haciéndoles retroceder y poniendo toda la zona de ruinas en manos imperiales. El propio Mariscal avanzó en apoyo con su propia compañía. También los jinetes de la muerte quisieron avanzar en apoyo, pero en su sector los eldar les tenían preparada una emboscada. Aunque lucharon con rudeza, no pudieron evitar ser diezmados, por lo que tuvieron que retirarse a regañadientes.

En el lado del cerco, los Eldar seguían insistiendo en castigar las defensas imperiales, que no cedían un palmo. Cada hombre caído era sustituido por otro. Los xenos debieron pensar que una legión inagotable de hombres había desembarcado, probablemente mellando su determinación de combatir.

Mientras, el cielo era indiscutiblemente de los xenos, que trataban de silenciar a la artillería imperial, sin lograrlo del todo. El espíritu máquina de mando y control alertó a Belisarius de que los eldar preparaban un asalto definitivo más allá del manufactorum. Astutamente, el Mariscal había silenciado las dos piezas de artillería que aún seguían operativas, dando la sensación de que ya no contaba con cañones. El viejo general esperó a que la concentración de tropas eldar fuera evidente, para desatar contra ellos la furia vengativa de los Medussa que quedaban. Su fuego fue eficaz y concentrado, usando munición merodeadora especialmente diseñada para hacer añicos a los ágiles vehículos gravitatorios. Varios de éstos saltaron en pedazos y otros tantos resultaron dañados.

Aunque la aviación de los xenos reaccionó inmediatamente, destruyendo las dos piezas restantes, ya era tarde: los Eldar habían perdido la fuerza de combate necesaria para derrotar a los imperiales. La victoria de Belisarius se certificó cuando, tras el silencio de las armas, el campo de energía fue menguando, disipándose en menos de un minuto. Los xenos se habían ido tan repentinamente como habían aparecido y Pilgrim era imperial.

En el club de rol, wargames y juegos de tablero encontrarás todo tipo de partidas, si quieres jugar, sólo pásate por el club y pregunta, o sencillamente contacta con nosotros a través de nuestro instagram.